#Invisibility

Imagine a red carpet where our client is dressed in their finest attire – everything is going perfectly, and their smile radiates confidence and elegance in equal measure… Or a simpler scene: a quiet villa in St. Moritz, where everything is exactly where it should be, and every detail aligns perfectly with the needs of those who live there. What could these two scenarios have in common? We could say that in both cases, everything seems to flow naturally. That is – effortlessly. However, we know very well that behind every display of excellence and impeccability, there is work behind it; someone who made it possible. And who achieved this harmony? In the world of real luxury, true value lies not in what is evident, but in what is hidden from view: the invisible.

 

(Below in spanish)

 

Is invisibility, then, a professional virtue? Being invisible in Lifestyle Management means acting with discretion, anticipation and fluidity with the client. This “silence” is not synonymous with being absent. Quite the contrary. It means being imperceptible but, above all, decisive. The best professional will not leave a visible mark, but will always make a difference. And now we will explain how this happens…

 

Let’s start from the premise that this visible absence is particularly valuable to ultra-high-net-worth individuals. The reason: they are usually individuals who are constantly exposed, observed and sought after, as they are accompanied at all times by their staff, both in public and in private. This operational silence is therefore a form of protection for the client, which we could also call “emotional armour”.

 

If privacy, security and control over one’s time are essential for any human being, for UHNWI individuals these values are absolute.

 

Therefore, a Personal Angel will carry an important invisible burden in their professional work: they will have to be empathetic but without seeking the limelight, they will have to carry out important logistics without the slightest noise and, of course, be decisive without giving too many explanations.

 

They will be like an angel… someone who is there but goes unnoticed. And not only that… They will also encourage the rest of the team and service to do the same and maintain this invisibility whenever possible.

 

Examples? In the day-to-day life of a personal assistant, there are countless examples. Their work is a silent, arduous task full of seemingly insignificant details that are actually full of meaning… Some clients spend a few weeks in a villa in Tuscany every summer. They have never asked for everything to be exactly the same, but when they arrive, they find the same scent, the same order of books on the shelves, the towels and tablecloths folded as they were on their first stay, the pastel-coloured curtains letting light into the living room… It’s something they never mention. Neither does the assistant. But when they return, they feel at home… This is the result of planning, control, coordination, methodology and, above all, order, observation and empathy.

 

A personalised service where the professional puts the client’s needs first. That is the basis and that is why we call it invisibility. It is assistance provided with elegance and dedication, where the PA stays in the background so that their client has everything they need. As a result, in Lifestyle Management for the elite, greatness lies in knowing how to occupy space without imposing oneself.

 

“The wise act without boasting, achieve without taking credit and remain without standing out”

(Lao Tzu)

 

 

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#Invisibilidad

 

Imaginemos una alfombra roja donde nuestro cliente lleva sus mejores galas, todo está saliendo a la perfección y su sonrisa irradia seguridad y elegancia a partes iguales… O una situación más sencilla: una villa silenciosa en St. Moritz en la que todo está donde tiene que estar y cada detalle encaja a la perfección con las necesidades de quienes la habitan. ¿Qué podrían tener en común estos dos escenarios? Podríamos afirmar que en ambos todo parece fluir de una manera natural. Es decir, sin esfuerzo… No obstante, sabemos muy bien que, detrás de cada muestra de excelencia e impecabilidad, hay un trabajo detrás; alguien que lo hizo posible. ¿Y quién logró esta armonía? En el universo del lujo real, el verdadero valor no está en lo que se evidencia sino en lo que se sustrae a la vista: lo invisible.

 

¿Es entonces la invisibilidad una virtud profesional? Ser invisible en el Lifestyle Management significa actuar con discreción, anticipación y fluidez con el cliente. Ese ‘silencio’ no es sinónimo de estar ausente. Todo lo contrario. Significa ser imperceptible pero -ante todo- decisivo. El mejor profesional no dejará una huella visible pero sí marcará siempre la diferencia. Y a continuación explicaremos cómo sucede…

Partamos de la base de que para las personas ultrarricas es especialmente valiosa esa ausencia visible. La razón: normalmente son individuos constantemente expuestos, observados y solicitados, pues están acompañados en todo momento de su personal, tanto en el ámbito público como en el privado. Con lo cual, ese silencio operativo es una manera de protección al cliente al que podríamos denominar también ‘blindaje emocional’.

Si para cualquier ser humano es fundamental su privacidad, seguridad y el control de su tiempo, para las personas UHNWI estos valores son absolutos.

Por lo tanto, un Personal Angel llevará una importante carga invisible en su labor profesional: tendrá que ser empático/a pero sin afán de protagonismo, tendrá que llevar a cabo una importante logística sin el menor ruido y, por supuesto, ser resolutivo sin demasiadas explicaciones. Será como un ángel… alguien que está pero que no se nota. Y no sólo eso… Además, fomentará que entre el resto del equipo y del servicio ocurra lo mismo y mantengan -siempre que sea posible- esa invisibilidad.

¿Ejemplos? En el día a día de un asistente personal los hay continuamente. Su trabajo es una ardua tarea silenciosa llena de detalles aparentemente insignificantes pero cargados de todo el sentido… Unos clientes que pasan unas semanas en una villa de la Toscana cada verano. Jamás han solicitado que se encuentre siempre en las mismas condiciones pero cuando llegan allí se encuentran con el mismo aroma, el mismo orden de libros en sus estanterías, las toallas y manteles doblados como en su primera estancia, las cortinas de colores pastel dejando entrar la luz en el salón… Es algo que nunca mencionan. Ni el asistente tampoco. Pero cuando vuelven se sienten como en casa… Ello es el resultado de una planificación, control, coordinación, metodología, y sobre todo, de orden, observación y empatía.

Un servicio personalizado donde el profesional se antepone a las necesidades de su cliente. Esa es la base y por ello lo llamamos invisibilidad. Es una asistencia realizada con elegancia y dedicación, donde el PA se queda en un segundo plano para que su cliente lo tenga todo. Como consecuencia, en el Lifestyle Management para las élites la grandeza está en saber ocupar el espacio sin imponerse.

 

“El sabio actúa sin alardear, logra sin apropiarse y permanece sin destacarse”

(Lao Tse)

 

Author: María José Núñez